En 1805 nos tuvimos el primer enfrentamiento, contra uno de los ejércitos más poderosos del mundo, no una sino dos veces nos atacaron, esa era Inglaterra, y así hablo el enemigo de nosotros. El periódico Bell´s Weekly Messenger titulo: “Nuestro orgullo nacional ha sido mancillado Los mulatos españoles han aprendido a despreciarnos. Un ejército de efectivos suficientes, de alta disciplina y espíritu de lucha, ha sido dispersado por una turba sudamericana. Hemos sido burlados de la forma más vergonzosa”.
En las guerras de la independencia el gaucho fue valorado, hábil en el usó de la boleadora chuza y laso, y de sobremanera con facón, de los infernales de Güemes se decía…
El gobierno de Don Juan Manuel de Rosas, reinvidica al criollo, y aca una descripción de Charles Darwin quien lo conoció e su periplo a través del mundo, o como dirían otros, como agente ingles…
“Por la traza de los argentinos, la cruza de español, indio y negro no resulta bien”. “Los gauchos eran los mejores jinetes del mundo, y entre ellos Rosas era superior. Se trataba de un hombre magnífico, rubio, fornido, semejante a un granjero inglés”.
Y para comprender a Rosas podemos ver que decía de él, el cacique Catriel .
“Nuestro hermano Juan Manuel, indio rubio y gigante que vino al desierto pasando a nado el Samborombón y el Salado, y que jineteaba y boleaba como los indios y se loncoteaba con los indios y que nos regaló vacas, yeguas, caña y prendas de plata, mientras él fue Cacique General nunca los indios malones invadimos, por la amistad que teníamos por Juan Manuel. Y cuando los cristianos lo echaron y lo desterraron, invadimos todos juntos”.
Expresiones del Cacique Catriel, extraídas del libro “Roca y Tejedor” de Julio A. Costa.
Ya pasadas las guerras nacionales, en el próximo auge de esta nueva nación… en una carta fechada en 1857 que el coronel Aguilar, de la Frontera Norte, le envía a Bartolomé Mitre, el entonces ministro de guerra, que se lee.
“(…) pero estos hombres que compongan nuestra columna expedicionaria a escarmentar a los salvajes que están engreídos, deben de ser guardias nacionales de la campaña, gauchos todos de a caballo: para esta expedición no se precisan batallones de línea, compuestos de negros o blancos, afeitados a la francesa ni menos recortado el pelo a la misma moda; precisamente hombres gauchos de a caballo, de bola y lazo, para cuanto se ofrezca, y entonces tendremos el triunfo”
Y con esta idiosincrasia argentina, tristemente tenemos un Sarmiento que dice de el gaucho argentino:
“Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”. Carta de Sarmiento a Mitre del 20/09/1861.
Pero tenemos su contrapartida en Ricardo Guiraldes, autor del Don Segundo Sombra
“Símbolo pampeano y hombre verdadero, generoso guerrero, amor, coraje, ¡salvaje! gaucho, por decir mejor. Ropaje suelto de viento, protagonista de un cuento vencedor.”
Y como dice José Hernández en el Martin Fierro, donde esta definición de esos años lo describen a la perfección.
«Él nada gana en la paz Y es el primero en la guerra No le perdonan si yerra, Que no saben perdonar, Porque el gaucho en esta tierra Solo sirve pa votar.” Y me gustaría terminar con algo de principios de siglo un extracto e “la Guitarra de los gauchos de Lauro Viana. “todos los personajes más representativos de la estirpe gaucha, los que podríamos llamar los arquetipos de la raza desde Santos Vega hasta Don Segundo Sombra pasando por Juan Cuello, Martín Fierro y Juan Moreira, fueron guitarreros y peleadores, no hay historias de gauchos flojos es que para el gaucho, el hombre no valía, sino como afirmación de lucha de ahí que alguna de las creaciones de su guitarra primitiva fueran exhaltación al coraje” La Guitarra de los Gauchos, 1830, Lauro Viana Poeta Criollo y Tandilense
Extraído de Esgrima Criolla.
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